14/01/2007
http://www.eluniversal.com/2007/01/14/pol_art_139943.shtml
SARA CAROLINA DÍAZ
EL UNIVERSAL
Un diagrama se confunde con fotos del Che, Bolívar, Jesucristo y Chávez en la página 9 titulada "Fuentes de inspiración". Es sólo una de las 83 hojas del archivo "Nueva etapa" desplegado en la portátil de la que se vale el ex oficial, ex senador y ex vicecanciller, William Izarra, para cumplir la misión que encabeza desde 2004: difundir y explicar, vía power point, los fundamentos del llamado socialismo del siglo XXI y los preceptos básicos de esta revolución.
Desde hace casi tres años Izarra está de gira adentro y afuera. Trabaja para que no quepa duda de lo que "realmente ocurre en Venezuela". El Centro de Formación Ideológica y sus filiales, es la trinchera desde la cual Izarra intenta lograr "la evolución de la conciencia del venezolano" y el cambio de los paradigmas culturales que, dice, impiden el avance del proceso concebido por el presidente Chávez.
-¿Qué es el socialismo del siglo XXI?
-Es un sistema político, económico y social de fundamentación humanista basado en el bien común, la producción social y la participación directa del colectivo sin intermediación con respecto a las decisiones que involucren el destino y la prosperidad de la nación. No es comunismo. Es un concepto inédito y propio de las raíces venezolanas, de nuestros libertadores, que busca la emancipación del pueblo.
-¿Quiénes son los receptores de los contenidos que imparten a través de los centros de formación ideológica que usted maneja?
-Las organizaciones de base, políticas y sociales como los consejos comunales, las misiones y unidades que se forman de manera espontánea y que tienen arraigo popular. Todos los sectores, militares, estudiantes, etc.
Tenemos los que escuchan y el cuadro. El cuadro aprende, y reproduce nuestras charlas. Son multiplicadores. Desde 2004 hemos impartido en el país más de 600 talleres y hemos llegado directamente a más de 60 mil personas. También realizamos charlas internacionales porque Venezuela se convierte en referencia para el primer mundo. Los medios internacionales ligados a grandes intereses capitalistas deforman el proceso revolucionario y con esas charlas damos una visión más acertada.
-¿Esos centros de adoctrinamiento son estructuras del Estado?
-Habría que ver qué se entiende por adoctrinamiento. Los centros no son estructuras del Estado, pero sí forman parte del Poder Popular y tienen como objetivo la difusión ideológica, la formación política y la investigación teórica. No son estructuras formales y se sustentan en la espontaneidad y voluntarismo. Es una acción autogestionaria. El taller busca estimular la conciencia del colectivo con base en un nuevo modelo sociopolítico cultural y eso responde a nuestras raíces históricas y el proceso revolucionario. Se estimula el pensamiento de las comunidades para que se pueda producir intelectualmente, porque hasta ahora la élite ha monopolizado el conocimiento. Hacemos los talleres en unidades como los consejos comunales, que son el medio que permite al pueblo organizado asumir directamente el ejercicio de las políticas públicas, y aquí están raspados los partidos políticos, las alcaldías y todo el mundo.
-Una persona que no se identifique con la revolución, ¿no puede formar parte del consejo comunal?
-Los consejos comunales requieren de la formación ideológica. Deben ser una unidad política de democracia directa. Deben tener conciencia de hacia donde avanza el proceso para poder profundizarlo. No sólo deben servir para ejecutar presupuestos. Los consejos comunales son la primera unidad de democracia directa, la primera ley revolucionaria. Pero, claro que (los adversos al Gobierno) pueden formar parte, si se ajustan. Los consejos no se pueden utilizar para conspirar.
Todo eso forma parte de los cinco motores anunciados por el Presidente: La Ley Habilitante, la modificación constitucional, la educación socialista, el reajuste territorial y el Estado comunal. Agrupo esto en lo que llamo la centrifugadora, que produce eventos multiplicadores. Para consolidar la revolución hay que estar en movimiento permanente, y constante, como una fuente centrífuga que nunca se detiene. Este proceso aún está en la etapa de transición que yo llamo traslación. El escenario actual es de confrontación entre dos repúblicas y, además, tenemos todavía una derecha dentro del proceso que está vinculada con los sectores de la oposición que hay que superar.
-¿Los sectores militares del chavismo?
-No, chica. Las cúpulas de los partidos vinculados con el proceso. Esos son sectores adversos dentro del mismo proceso. ¿No ves que han ejercido el poder? ¿Y quién después de que tiene el poder lo va a querer dar? También hay elementos culturales que todavía privan y que son de derecha. Por ejemplo, la televisión transmite valores que no son cónsonos con el proceso revolucionario: el estímulo del juego, la lotería, la bebidas alcohólicas van contra la ética moral revolucionaria y esa es una pelea constante. Hay personas que salen de la sala donde damos las conferencias convencidas de lo que decimos, pero se impregnan otra vez de la realidad que es otra vez la televisión, el carrito por puesto, la rutina de ir al colegio, de lavar la ropa y esa rutina es contrarrevolucionaria. Los efectos que pudo lograr ese taller o conferencia cuando se impregna con la realidad, cuando enciende la televisión, que son los canales de alcance nacional como RCTV y Venevisión, se pierden, y eso es cultura que va contra el proceso revolucionario. Hay alienación (...) incluso los caballos (carreras de) aunque sea una industria que permita programas sociales, es alienación. A mi juicio, el beisbol profesional es alienación.
-Pero es parte de la costumbre...
-Hay derecha en el aparato del Estado, gente con altos cargos, en los partidos políticos y en los grupos de base, pero es que esto es un proceso cultural muy fuerte y eso no es fácil. No es fácil sustituir valores, preceptos, costumbres, principios, por otros. Sobre todo cuando se tiene una propaganda en contra muy fuerte.
-Un cambio en las estructuras mentales de la gente...
-Sí, claro. Se necesita una nueva cultura para crear un nuevo ser. Por eso yo en mis conferencias ilustro la revolución como un niño. El proceso revolucionario venezolano es un niño. Hay que contrarrestar los efectos de todo lo asimilado hasta ahora, de la democracia representativa y el sistema cultural anterior. Este es un proceso largo. Pero bueno, como es proceso, no tenemos que desesperarnos y decir, ¡bueno, será para el año 2100! No. Uno tiene que vivir el día a día. Así como Hugo Chávez, que va paso por paso.
-Pero ahora va como rápido, este año vemos una radicalización.
-Es que ya lo demanda. Son 8 años de transición y es tiempo de ir a la traslación que es transferir el poder a la comunidad organizada, que es el objetivo de la revolución, por eso es que los partidos pierden la esencia si no van en sintonía.
-¿Era necesario hacer todas estas nacionalizaciones?
-Es un concepto estratégico. Todas las comunicaciones tienen que depender del Estado como bien público, como el petróleo; ¿qué hubiera pasado si el petróleo hubiera sido privatizado? No hubiéramos podido tener las misiones. Estaríamos dependiendo del exterior. Hubiera sido mucho más violento este proceso. Chávez tiene la inteligencia y habilidad de oler y percibir el momento de actuar y por eso es que el pueblo se identifica con él. Hay una conexión espiritual con el pueblo. Hay quienes dicen que no son chavistas, sino que Chávez es de él. Carlos Sánchez, por ejemplo dice: "es que yo no soy chavista, es que Chávez es sanchista por- que se identifica con lo que yo quiero".
-¿A qué se refiere con que están "raspados" los partidos?
-Veo el rol actual del partido como acto revolucionario, para ganar las elecciones, tomar el poder y transferirlo a las comunidades, democracia directa. No lo veo como un acto burocrático de ganar las elecciones, usufructuar el poder y servir de intermediario, como ahora. El partido sigue siendo fundamental para la revolución, porque es la vía electoral. Los partidos culturalmente han asimilado la vieja estructura y reproducen el esquema cupular. Por eso no va a ser fácil la formación del PSUV. El partido socialista unido debe estar al servicio de la comunidad (...) y ser auxiliar de las acciones del Gobierno.
¿Cómo será la formación del PSUV?
-Estoy proponiendo que se haga en tres fases: primero la metódica, desde abajo, eliminando los sectores adversos. Si son revolucionarios, pues que las autoridades partidistas se desprendan de sus cargos y vayan a elecciones de base para elegir voceros. Ese proceso duraría hasta junio de 2007. Luego entre junio y diciembre se forma la plataforma unitaria. Finalmente, para las elecciones de 2008 tener ya el partido único y además una nueva forma de acción con la nueva disposición territorial de la que ha hablado el Presidente.
Esta propuesta aun siendo light, porque es light, es rechazada por las cúpulas porque en 8 años, ¿quién se ha desprendido del cargo? Nadie. Por eso es importante que el Presidente respalde esto y entienda que tiene un sector contrarrevolucionario que lo aplaude. Él necesita tener un vínculo directo con la comunidad organizada. Las cúpulas partidistas junto con el analfabetismo ideológico y la oposición son estructuras contrarrevolucionarias que aún existen.
-¿Y la distribución territorial?
-No lo sé. El Presidente tiene que terminar de elaborar su idea. Pero ya existen 21 polos de desarrollo para la autogestión y la soberanía. La Marqueseña es un polo de desarrollo. Tal vez de esos polos se derive la nueva geopolítica.
-¿A qué se refiere el Presidente al hablar de Estado comunal?
-Lo interpreto como darle el poder a las comunidad organizada, el reemplazo en la Constitución del Estado burocrático actual que es un estado contrarrevolucionario.
-¿Cómo tener conciencia revolucionaria con tanto dinero circulando?
-Esa es la lucha...
lunes, 15 de enero de 2007
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