Medida de Chávez contra televisora genera protestas

16 de Enero
11:35|

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Hugo Chávez defendió su decisión, mientras acusó a RCTV de producir “veneno” a través de “shows grotescos”, de telenovelas y programas de concurso que promueven el consumismo y la violencia.

CARACAS.- El presentador del programa de entrevistas usa anteojos, lleva corbata y gemelos en su camisa, mira fijamente la cámara de televisión emboza una mueca, levanta un dedo y acusa al presidente Hugo Chávez de utilizar un “neofascismo tropical para atropellar los derechos de los venezolanos”.

Gotas de sudor caen por la frente de Miguel Ángel Rodríguez cuando reprende a funcionarios públicos, a quienes llama mentirosos y los desafía a comprobar sus acusaciones de que él es un peón “imperialista” de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).

Bienvenidos a RCTV, una televisora que Chávez odia profundamente. Dentro de pocos meses, el mandatario sacará del aire a la televisora privada más antigua de Venezuela, puesto que no le revocara la licencia de transmisión.

La decisión de Chávez ha provocado un debate apasionado sobre si la campaña de Chávez para impulsar socialismo pasa por restringir la libertad de expresión.

Mientras Chávez arremete contra los medios de comunicación alineados a menudo con la oposición, él también está usando una red en expansión de medios financiados para perfilar su imagen y filtrar su mensaje.

Predica sus ideales socialistas y cuenta historias de juventud durante su programa dominical “Aló, Presidente” que por lo general se extiende cinco horas o más. Y también financia una nueva televisora latinoamericana Telesur, afirmando que ayudará a dar una voz independiente de conglomerados de medios de comunicación como CNN.

RCTV, en contraste, ha sido una molestia constante para Chávez, paralelamente a otros canales de televisión privados y periódicos, a los que también acusa de difundir mentiras para conspirar contra su gobierno. El gobernante anunció en diciembre que no renovaría la concesión que expira el 28 de mayo.

En un discurso el sábado, Chávez defendió su decisión, mientras acusó a RCTV de producir “veneno” a través de “shows (espectáculos) grotescos”, de telenovelas y programas de concurso que promueven el consumismo y la violencia.

“Chillen, pataleen, hagan lo que hagan, se acabó la concesión a ese canal fascista de RCTV… será nacionalizada para los venezolanos, la señal de RCTV”, agregó.

RCTV, que empezó sus transmisiones en 1953, en la actualidad tiene aproximadamente 2,500 empleados.

En los estudios de la televisora todavía se escucha gran actividad, así como el bullicio de jovencitas a las puertas de la planta que están a la caza de los autógrafos de las estrellas de las telenovelas. Dentro, los comediantes practican bromas sobre Chávez para la “Radio Rochela”, toda una institución en Venezuela, un programa lleno de parodias e imitaciones con más de cuatro décadas en el aire.

El programa recientemente se mofó del mentor de Chávez, el líder cubano Fidel Castro, una pieza en la que un imitador vestido con uniforme verde oliva, cantaba ¡dame más gasolina!, una versión cómica del tema “Gasolina” del boricua Daddy Yankee. El gobierno cubano es un gran beneficiario de ventas a precios preferenciales de petróleo venezolano.

Pero los empleados dicen que el ánimo se ha tornado melancólico desde que Chávez anunció en diciembre que no renovaría la concesión.

Los opositores de Chávez convocaron protestas en su contra, acusándolo de erosionar las libertades, citando como ejemplo el caso de RCTV. Cerca de un centenar de vehículos recorrieron en caravana las calles de Caracas haciendo sonar sus bocinas y con consignas pintadas en parabrisas y ventanas tales como “¡No te metas con los medios!”.

El gobierno dice que respeta absolutamente la libertad de expresión y que traspasará la frecuencia de canal a “medios comunitarios” que ayudará a democratizar los medios.

Sus críticos destacan que esos medios comunitarios, que han surgido sobre todo en el espectro radiofónico, son a menudo financiados y dirigidos por aliados del gobierno. Los medios de comunicación del estado también se han multiplicado bajo el mandato de Chávez, incluidas cuatro nuevas estaciones de televisión han salido al aire desde que Chávez asumió el poder en 1999.

La principal cadena televisiva del estado está dominada por la propaganda, canciones alusivas al “Comandante”, numerosos segmentos se dedican para señalar a líderes opositores como agentes de la CIA y se difunden documentales en la que se resalta la vida de figuras izquierdistas como el legendario guerrillero argentino Ernesto “Che” Guevara.

Para niños, hay dibujos animados de producción cubana que tienen como protagonista a campesinos que impiden el desembarco de soldados enemigos.

Chávez ha dicho que RCTV será reemplazado con un nuevo canal con base en la comunidad, ofreciendo “el poder de la comunicación a aquellos que casi nunca son escuchados”. El papel que tendría el estado quedó poco claro.

El cambio parece ser parte de un plan más amplio que buscaría fundamentalmente redefinir la industria de la televisión, que incluiría a la cadena televisiva de noticias Globovisión, micrófono frecuente de la oposición.

El ministro de Telecomunicación Jesse Chacón reveló que las autoridades quieren establecer “una estructura en la que el propietario de medios de comunicación no es el propietario del mensaje las 24 horas del día y los 365 días del año”. El ministro no dio detalles como lograría eso.

Chávez dice que RCTV infringió las leyes de transmisión y de facto apoyó el golpe de estado del 2002 que lo separó brevemente del poder, al ofrecer una cobertura parcializada de los acontecimientos.

El canal es uno de varios a quienes Chávez ha llamado los “Cuatro jinetes del Apocalipsis”, criticando que estos transmitieron dibujos animados y películas mientras sus partidarios y militares lo devolvieron al poder.

Partidarios de Chávez rodearon las estaciones de televisión, incluyendo a RCTV, durante el golpe, gritando insultos y en algunos casos las apedrearon.

Dos de ellas canales moderaron sus críticas al gobernante, pero RCTV y Globovisión han seguido adelante.

Durante una protesta en el 2004, un reportero de la AP vio cuando pistoleros dispararon y chocaron un camión de helado con la sede de RCTV,

Marcel Granier, alto ejecutivo de RCTV, niega que hayan cometido alguna infracción y sostiene que están siendo castigados como parte de un “plan autocrático” por criticar al gobierno. Argumenta que la televisora tiene derecho bajo la ley de continuar la transmisión hasta 2022.

Añadió que la estación se prepara para desafiar a Chávez en los tribunales.

La situación de RCTV ha causado preocupación en la Organización de los Estados Americanos, la Iglesia Católica, la organización internacional Reporteros sin Fronteras y el Comité para la Protección del Periodista, con sede en Nueva York.

Victor Navasky, ex editor de revista de The Nation que visitó Venezuela esta semana como parte de la delegación del Comité, dijo que “no es censura el no renovar la concesión de un canal”, pero añadió que la falta de la transparencia y de garantías procesales, tal medida “puede tener un efecto escalofriante” sobre otros medios de comunicación.

AP