domingo, 27 de mayo de 2007

"Chávez quiere una dictadura mediática"

Sábado 12 de mayo de 2007

Marcel Granier, presidente de Radio Caracas Televisión (RCTV):

http://diario.elmercurio.com/2007/05/12/internacional/_portada/noticias/E0B10815-6FED-4F08-8B93-07A82C5EA348.htm

GASPAR RAMÍREZ

Caracas ha sido escenario de grandes protestas contra el cierre de RCTV, la segunda televisora del país, y se esperan aún más.

A dos semanas del término de la concesión de la señal, el empresario apela a la "reserva moral de Venezuela".


GASPAR RAMÍREZ

Faltan sólo dos intensas, nerviosas y también esperanzadoras semanas. El 27 de mayo el gobierno del Presidente venezolano Hugo Chávez anunció que cortará la señal de transmisión de Radio Caracas Televisión (RCTV), aduciendo el fin de la concesión del permiso para transmitir.

Un resquicio, según los afectados. "Es una decisión netamente política", se defiende Marcel Granier, presidente de RCTV y rostro en esta crisis.

"Hay irregularidades de todo tipo que ponen en evidencia lo que siempre hemos dicho: el carácter político de la medida, contra la libertad de información, expresión, y contra el derecho de la gente de escoger su programación. El Presidente había reconocido que era una medida política, pero se dio cuenta que podía causar juicios por violación a derechos humanos, y cambió el cuento. Ahora no sé si está leyendo 'Pantaleón y las visitadoras', pero le ha dado por la moralina, y dice que es una medida moral".

En entrevista con "El Mercurio", Granier asegura que pese a la amenaza de la fecha fatal, hay esperanzas. "Sabemos que se acaba el tiempo, pero confío en las reservas morales de nuestra gente. El venezolano tiene un amor por la democracia y por la tolerancia, que no ha podido ser mermada a pesar de la persecución desde el gobierno a quienes piensan distinto", señala.

Chávez acusó la semana pasada a Granier de buscar una "dictadura mediática". "Si él piensa eso, que lo demuestre. Es Chávez quien quiere imponer una dictadura mediática. Ha convertido estaciones de radio y TV, que deberían estar al servicio de todos los venezolanos, en máquinas de loas a su persona, máquinas de adulancia perpetua que se autoalimentan", contraataca.

Nada menos que 36 estaciones de televisión y más de 600 radioemisoras tendría Chávez a su disposición.

Desde abril de 2002, tras el frustrado golpe contra Chávez que RCTV y otras tres cadenas se negaron a transmitir, que Granier acusa son perseguidos. "El gobierno excluye toda forma de diálogo. Son muy intolerantes, se dedican sistemáticamente, como lo hemos demostrado, a descalificar a quien opine distinto. Eso es muy grave, es justamente la negación de la democracia. Todos sabemos que es difícil para los gobernantes tolerar la crítica, pero eso es lo que diferencia a los gobernantes democráticos de los autócratas, dictadores, totalitarios, arbitrarios".

Sus esperanzas en un final feliz, no están, claro, en la buena voluntad del gobierno, sino en los recursos interpuestos ante la justicia. Entre ellos: demanda de nulidad ante el Tribunal Supremo de Justicia, recurso por violación al debido proceso, otro por violación al derecho a la defensa, contra la libertad de expresión, y por el derecho de la gente de escoger su programación.

El último, interpuesto el jueves, fue el de someter a consulta pública la decisión del gobierno de no renovarles la licencia.

Pero el que más revuelo ha causado y quizás más esperanzador, es el recurso presentado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que lo acogió y lo envió a la instancia siguiente, la Corte Interamericana de DD.HH que presentó una demanda ante el Estado venezolano.

"Esto demuestra la violación a la libertad de expresión que se está cometiendo. Tengo mucha confianza porque el derecho, la razón, la justicia están de nuestro lado", estima el presidente de la televisora.

Como Estado, Venezuela está obligada a acatar los pronunciamientos de la Corte.

Pese a ser organismos independientes, Chávez amenazó con retirarse de la Organización de Estados Americanos (OEA) si eran sancionados. "Son advertencias sin sentido. También habla de salirse del Banco Mundial, del FMI. No sé quién lo está aconsejando".

Una gran incógnita es qué hará el gobierno el 27 de mayo. "No lo sabemos, pero si ocurre una arbitrariedad como que se tomen nuestras instalaciones, podría pasar alguna desgracia", estima.

Mientras, en RCTV la vida continúa. Granier se muestra agradecido del profesionalismo de su gente y lamenta que unas 8.000 familias quedarían sin sustento (3.000 trabajadores directos y 5.000 relacionados).

Ante el recurso extremo, mencionado por el gobierno, de pasar a la TV cable, el empresario presenta datos durísimos. La mayor estación en ese formato emplea a 100 personas y la facturación de todas las estaciones no alcanza para pagar la plana básica de RCTV.

El número 27 en el calendario crece mientras pasan los días, y las últimas palabras de Granier son para agradecer el apoyo recibido, sin el que, asegura, no habrían podido llegar a esta fecha aún con esperanzas.

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